Todos conocemos la importancia del consumo de lácteos no ya solo en edades infantiles, sino también a lo largo de la vida. Se trata de un grupo de productos, cuyo máximo exponente y alimento más reconocido es la leche, muy completos desde el punto de vista nutricional, que contienen altos valores en vitaminas y que son fundamentales para el adecuado desarrollo de los niños. Por ello, seguir una alimentación con una alta presencia de lácteos es una gran opción para ayudar a impulsar el rendimiento y el crecimiento de nuestros hijos.
Como decimos, dentro de este conjunto de alimentos, la leche ocupa un lugar destacado. Desde pequeños nos hemos acostumbrado a desayunar y merendar con ella, y es una gran ayuda para comenzar el día con energía y reponer fuerzas a media tarde, debido al calcio, fósforo, magnesio y las proteínas que aportan al organismo. En este sentido, el doctor Antonio Escribano, catedrático en Nutrición deportiva y colaborador de la Copa COVAP, ya mostró cuáles eran las ventajas más importantes del consumo de leche y derivados en niños y niñas de manera diaria. (Puedes ver el vídeo haciendo click aquí).
Lo que los expertos recomiendan es un consumo medio de tres raciones diarias de lácteos. Eso sí, para que la dieta sea lo más variada posible, resulta necesario complementarlo con otros alimentos como la verdura, los cereales integrales, las verduras, carnes, legumbres y pescados, para que aporten otras vitaminas necesarias para el organismo. Y, además, complementarlo con una vida activa y saludable con especial mención a la actividad física.
En este post también queríamos destacar el decálogo «La importancia de la leche en la etapa infantil». Se trata de un conjunto de aspectos desarrollados por la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Fundación Española de Nutrición (FEN), y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) que dan a conocer lo fundamental de consumir leche u otros productos lácteos y la incidencia positiva que tiene para los niños. ¡Os lo mostramos a continuación!
1. La leche es un alimento básico dentro de una dieta variada y equilibrada que, consumida entre 2 y 3 veces al día ayuda a mejorar el nivel de salud de los niños.
2. Contiene proteínas de alto valor biológico que contribuyen a un crecimiento y desarrollo adecuado.
3. Es la principal fuente de calcio, por lo que ayuda a mantener unos huesos fuertes.
4. Facilita alcanzar la cantidad diaria recomendada de ciertas vitaminas (A, B, y D), además de fósforo y hierro, fundamentales en la etapa de crecimiento.
5. Es un buen vehículo de ácidos grasos como el Omega 3, indispensable para una adecuada salud visual y desarrollo cognitivo.
6. Ayuda al crecimiento, pues está directamente relacionada con la estatura de niños y adolescentes.
7. Ningún otro alimento cuenta con los valores nutricionales tan completos de la leche, por lo que no puede ser sustituido por otro producto.
8. No existen evidencias científicas que relacionen el consumo de leche con afecciones como el asma o la producción de moco.
9. Permite completar los requerimientos nutricionales de los niños y corregir posibles desequilibrios.
10. Las leches de crecimiento son el complemento ideal para alcanzar las ingestas de nutrientes esenciales recomendados como de Omega 3, hierro y vitamina D.
