El deporte en equipo aporta una gran cantidad de beneficios a los más pequeños, entre los que se encuentra la mejora y el desarrollo de las habilidades sociales. Los niños tienen en su equipo una de sus primeras fuentes de sociabilización, junto con su colegio y su familia. Aquí pueden desarrollar sus habilidades y adquirir valores tan importantes como la convivencia y el respeto hacia los compañeros.
Así, desde la Copa COVAP, y en colaboración con el Consejo General de la Psicología de España (COP), recomendamos apuntar a los más pequeños a este tipo de disciplinas grupales para mejorar el desarrollo de sus habilidades sociales. A continuación, enumeramos algunos de los beneficios que suponen el realizar estas prácticas:
- Vencer la vergüenza y aprender a relacionarse con fluidez. Para los niños más tímidos practicar deporte en equipo supone una oportunidad muy buena para entablar amistades con el resto de compañeros. Se sienten integrados y parte del grupo, lo que hace que se olviden de la timidez y se relacionen de tú a tú con el resto de compañeros.
- Responsabilidad. Jugar en equipo impulsa a que los menores empiecen a tomar consciencia de las reglas que existen y el valor de respetarlas. También se vuelven conscientes de la importancia de la labor individual dentro de un conjunto y adquieren por tanto un compromiso con sus compañeros y con el equipo.
- Sentido de la cooperación. Trabajar con el grupo hará que el niño comience a experimentar ese sentimiento de ayuda al compañero que lo necesita. Además, gracias al equipo entenderá que todos son necesarios, ayudando a reducir el egocentrismo y potenciando la humildad.
- Sentimiento de grupo. De la misma forma, el deporte en equipo implica competición, por lo que los más pequeños experimentan la alegría y la satisfacción o la decepción y frustración junto a sus compañeros.
- Empatía y respeto. Gracias a estos deportes, los pequeños aprenden a ponerse en el lugar de la otra persona, a respetar a los rivales y a mostrar empatía.
En resumen, el deporte en equipo es una oportunidad perfecta para que los niños aprendan a sociabilizar con otros compañeros y extrapolar todas las habilidades y valores que adquieren al resto de ámbitos de su vida.