Llega el invierno y, con esta época del año, las bajas temperaturas que podrían poner trabas a practicar deporte incluso a los deportistas más motivados. Sin embargo, esto no debe ser razón para aparcar el ejercicio durante estos meses. Realizar actividades físicas con estas temperaturas generan beneficios adicionales, como pueden ser el aumento de energía y estimulación del sistema inmunitario. Es por ello que tenemos una serie de consejos para que puedas seguir disfrutando de forma segura de tu deporte preferido.
Tener en cuenta las condiciones climáticas y la sensación térmica
Podemos consultar el pronóstico del tiempo antes de salir al aire libre. El frío, la humedad y el viento pueden ser factores que compliquen la realización de deporte en el exterior.
Ser consciente de la previsión de antemano puede ayudarnos a evitar situaciones climáticas peligrosas puedan afectar a nuestra salud. Hay que intentar realizar las actividades físicas en las horas centrales del día, cuando la sensación térmica sea mayor.
¡Ojo! Debemos evitar los momentos de temperaturas extremas como las que se dan en olas de frío, nevadas intensas… Si la temperatura es muy extrema, considera realizar ejercicios alternativos en casa o bajo techo.
Calentar y estirar: bases fundamentales del deporte
Es un consejo generalizado y aplicable a cualquier época del año. Sin embargo, tenemos que prestar mayor atención con bajas temperaturas, ya que podemos sufrir contracciones musculares con mayor facilidad. Lo recomendable es realizar un calentamiento tanto cardiovascular como articular de entre 10 y 15 minutos. Puedes hacer el calentamiento antes de salir de casa.
Al acabar la actividad física es necesario realizar una serie de estiramientos. Además, si llegas con frío, evita ducharte de manera instantánea con el agua demasiado caliente, ya que el contraste podría dañar los músculos y tejidos.
Contar con la ropa adecuada y usarla sabiamente
Debemos ser consciente del buen uso de las prendas deportivas. No se trata de emplear tejidos muy gruesos o muchas capas, sino utilizar materiales adecuados. Por ejemplo, no es recomendable el uso de prendas de algodón ya que, si bien es cierto que protege del frío, es un material que absorbe el sudor y puede generar el efecto contrario a lo esperado a lo largo de la actividad.
Como alternativa, te recomendamos el uso de tejidos sintéticos que permitan la transpiración y que sean livianos. Puede ser una buena apuesta el poliéster térmico, que retiene el calor corporal y permite la transpiración.
No debemos olvidar la protección de cabeza, pies, manos y orejas. Esto nos ayudará a mantener la temperatura corporal que vaya generando nuestro propio sistema. También podemos utilizar gafas de sol para proteger los ojos de las inclemencias del tiempo como el frío o el viento, ayudando a evitar la posible aparición de motas de polvo en el globo ocular.
Mantenerse hidratado
Hay que beber mucho líquido antes, durante y después de realizar el ejercicio. En contra del pensamiento generalizado, en ambientes fríos también hay una alta posibilidad de deshidratación.
Se deberían evitar las bebidas carbonatadas o con un alto contenido en azúcar, ya que no se asimilarán fácilmente durante el ejercicio y perjudicarían al organismo.
La piel: hidratación y protección
El frío afecta directamente en la piel haciendo que se reseque y se originen serias molestias. Por lo tanto, es recomendable el uso de cremas con protector facial y cremas hidratantes para el cuerpo, ante y después del ejercicio.
Hacer deporte en casa
Es una opción alternativa cuando no podemos asegurar que las condiciones climatológicas sean adecuadas para hacer ejercicio en el exterior. Las nuevas tecnologías nos aportan gran variedad de ejercicios y de alternativas para realizar en interior, y también podemos valernos de elementos del hogar como sillas, garrafas de agua, briks de leche… para incorporarlos a las rutinas.
Conocer las condiciones climatológicas y las limitaciones de tu cuerpo es fundamental a la hora de realizar deporte. Esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar de forma segura a la hora de realizar ejercicio físico en condiciones climatológicas frías.