Como ya sabrás, uno de los pilares fundamentales de la Copa COVAP es el juego limpio. A lo largo de esta iniciativa deportiva y educativa inculcamos en los participantes, tanto jugadores como familiares, la importancia que tiene el respeto en la práctica deportiva, ya sea dentro como fuera del campo. Sin duda, la empatía, el altruismo, y la honestidad son conceptos claves en la transmisión de este valor fundamental que, además, cobra especial importancia en estas edades infantiles.

El buen comportamiento siempre debe estar presente en los entrenamientos, partidos y eventos deportivos: mantener una adecuada actitud con el árbitro incluso cuando este pueda cometer algún error en sus decisiones, no sacar provecho de lesiones de rivales, apoyar siempre al compañero cuando falle alguna ocasión, acometer las indicaciones del entrenador sin realizar objeciones, etc. El ‘fair play’ está muy extendido en el deporte tanto amateur como profesional y, desde sus orígenes hasta la actualidad, hemos podido asistir en innumerables ocasiones a situaciones donde el respeto y el compañerismo han brillado por encima de los logros deportivos.

A continuación queremos mostrar una serie de acciones que han tenido lugar en diversas modalidades, donde determinados deportistas han llevado al máximo ese respeto y ‘fair play’ que desde la Copa COVAP hacemos gala. ¡Acompáñanos!

 

Meghan Vogel

En 2012 esta joven atleta de 17 años asombró al mundo cuando, en una prueba de atletismo de medio fondo, celebrada en Estados Unidos, no dudó en ayudar a llegar a la meta a una rival, que no lograba mantenerse en pie debido al cansancio. El ser ganadora de otra prueba el mismo día y ser una de las favoritas para llegar en primer lugar no le impidió dejar a un lado su beneficio individual para ayudar a su compañera, consiguiendo la ovación del público asistente.

 

 

Alistair Brownlee

Los hermanos británicos Brownlee son dos de las estrellas internacionales del triatlón, con un excepcional bagaje de triunfos a sus espaldas. Pese a que los triatletas parecen hechos de otra pasta, nadie duda de que esta combinación de maratón, natación en aguas abiertas y ciclismo puede llevar a la extenuación hasta a los más experimentados… como le sucedió a Jonathan. En el campeonato celebrado en la isla mexicana de Cozumel se encontraba en los puestos de cabeza cuando, a poco menos de 1 kilómetro para la meta y cuando marchaba en segunda posición, sufrió un colapso y su cuerpo dejó de responderle, repleto de calambres. Su hermano Alistair, que marchaba tras él, en vez de disputar la victoria prefirió ayudar a su hermano sosteniéndolo para entrar junto a él en línea de meta. Una imagen para la posteridad.

 

 

Grigor Dimitrov

El tenis también nos deja momentos de respeto entre sus deportistas. En el abierto de Brisbane, Australia, en 2018, el búlgaro Dimitrov acudió raudo y veloz a la posición de su rival cuando observó que este había sufrido una torcedura en su tobillo y le ayudó a reincorporarse y a caminar con su apoyo hasta la silla, para que los médicos pudieran atenderle.

 

 

Aaron Hunt

El centrocampista Aaron Hunt protagonizó una acción ejemplar que aún a día de hoy se recuerda en el ámbito futbolístico. En un lance del juego, el alemán cayó dentro del área del equipo contrario y el árbitro señaló penalti. Sin embargo, segundos después, Hunt confesó al colegiado que se había dejado caer sin que hubiese habido contacto por parte del defensor. Este revocó su decisión y finalmente señaló falta a favor del equipo contrario. Con esta muestra de honestidad, el jugador por entonces del Werder Bremen se ganó el respeto de sus rivales y de todo el panorama futbolístico internacional como excepcional ejemplo de ‘fair play’.

 

Lillestrøm – Brann

En la liga noruega de fútbol se dio un episodio en 2012 muy curioso, que llegó a prácticamente todo el mundo. Un jugador del Lillestrøm cayó lesionado en un lance del partido y, tras su recuperación, un jugador del Brann devolvió la pelota para que se reanudase el juego… con tan mala suerte que el balón acabó entrando en la portería rival. Asumiendo su propio ‘error’, el Brann decidió no oponer resistencia en el próximo ataque cuando el Lillestrøm sacara de centro, con el objetivo de encajar un gol que pusiese de nuevo la misma diferencia en el marcador.

 

¿Conoces más casos donde el respeto en el campo haya prevalecido por encima de ganar una carrera, conseguir un pódium, encestar o marcar un gol…? ¡Déjanos tu comentario en Facebook, Twitter o Instagram!