El otoño ha llegado para quedarse, al menos hasta finales de diciembre, y lo hace acompañado de una selección de alimentos de temporada que ayudará a incorporar nutrientes y elementos fundamentales para nuestra dieta. Zanahorias, calabaza, arroz integral, lentejas, brócoli, espinacas, bacalao, lenguado o albahaca son productos que se encuentran en condiciones óptimas en esta época del año, por lo que su adquisición es más necesaria que nunca, ya que los beneficios que aportan al organismo son mayores.
Desde la Copa COVAP hemos seleccionado dos de estos alimentos, la calabaza y las espinacas, para ofrecer tres formas diferentes de cocinarlos y aprovechar al máximo todos sus beneficios. ¡Toma nota de lo que te proponemos!
Recetas con calabaza, la gran olvidada
La calabaza es un alimento muy versátil y tiene tantos usos en la cocina como variedades. Una de las mejores propuestas para sacarle el máximo jugo lo observamos en las cremas y caldos gracias a su textura cremosa. Una buena forma de cocinarla es pelarla y cortarla en taquitos para luego triturarla y acompañarla de cebolla o patata. Una vez que consigamos la suavidad perfecta, podemos condimentar al gusto.
Otra opción es emplearla para acompañar guisos, estofados y potajes. Esta se puede añadir en trozos, previamente dorada con el sofrito. Además, a partir de la calabaza asada podemos hacer pasta, mezclándola con harina y dándole la forma que queramos. Incluso nos puede servir para relleno de pastas caseras.
Por último, la calabaza al horno es también una forma saludable de cocinarla, añadiendo un poco de sabor con nata y queso parmesano. Lógicamente, debemos lavar la calabaza, pelarla y cortarla en trocitos para, posteriormente, ponerlos en una fuente de horno y bien condimentados (podemos usar hierbas aromáticas, nata de cocina y sal). Lo introducimos en el horno a 200º durante 40 minutos y, cuando solo queden 3 o 4, le añadimos el queso para que se funda.
Las espinacas, producto de entretiempo y saludable
Las espinacas son verduras con una gran cantidad de nutrientes que tampoco pueden faltar en nuestra dieta otoñal. Además, son ricas en fibra, vitamina A, B1, B2 y C, calcio, fósforo, hierro y otros minerales que les confieren una elevada actividad antioxidante. Del mismo modo, son recomendables para evitar ganar peso, puesto que provocan saciedad y aportan pocas calorías.
La manera más fácil e inmediata de preparar un plato con este alimento es la ensalada, para lo que solo necesitaremos espinacas frescas, un tomate, 100 g de queso y nueces. En un cuenco podemos incorporar todos estos ingredientes, lavar y trocear el tomate, al igual que el queso y las nueces, y añadirle una vinagreta como aliño que dé el toque final.
Al igual que la calabaza, las espinacas van muy bien como cremas. De este modo, si salteamos un puerro y una zanahoria e incorporamos medio kilo de espinacas frescas y una patata cortada en daditos, al triturar todos estos ingredientes podemos obtener un plato riquísimo y nutritivo. Si lo deseas, puedes incorporar un huevo cocido para decorar. Por último, las espinacas se convierten en un alimento idóneo para las cenas por ser productos ligeros y gracias a su alto contenido en agua. Combinadas con bacalao y frutas se transforma en un plato perfecto para tomar por la noche.
En definitiva, el otoño nos ofrece una enorme cantidad de productos frescos y ricos en nutrientes que no está de más tener en cuenta. Muchos de ellos son asequibles y económicos, y presentan la posibilidad de ser cocinados de diferentes maneras. En este post te hemos contado algunas, pero siempre puedes probar a hacer tus propias recetas y compartirlas con nosotros. ¿Te atreves?