Uno de los ejes principales de la séptima edición de la Copa COVAP es la campaña de lucha contra el bullying, una lacra social que no para de aumentar, según un estudio matemático de la Universidad Politécnica de Valencia que pronostica 400.000 nuevas víctimas de acoso escolar en el periodo 2016-2020. Ante una situación de tal magnitud, la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE), centro colaborador de la Copa COVAP en esta séptima edición, ha puesto de manifiesto que la incidencia del bullying se puede reducir en un 90% con un plan eficiente de prevención e intervención a largo plazo que permita además atender a las víctimas de acoso escolar y reeducar a los acosadores.
Por su parte, la Copa COVAP trata de concienciar sobre las consecuencias del bullying a todos los que participan en este evento deportivo único en Andalucía gracias a charlas impartidas por una psicóloga profesional, donde se les muestra, entre otros aspectos, consejos para evitar y combatir este problema infantil.
El alumno que es acosado debe romper el silencio y pedir ayuda
Los niños o adolescentes que están sufriendo acoso escolar deben romper el silencio y pedir ayuda a sus padres, tutores, profesores e incluso a sus médicos. Del mismo modo, tienen que ponerlo en conocimiento del centro escolar a través del tutor o director para que el colegio pueda poner en marcha el protocolo de actuación correspondiente. Por tanto, si una persona sufre una situación de acoso, no hay que dudar ni un segundo, ya que así se evitará la repetición del acto o la intimidación. Es fundamental perder el miedo a la hora de denunciar esta situación.
El entorno tiene que dar la voz de alarma
En ocasiones puede ocurrir que el alumno no cuente los problemas que están sucediendo. Aquí juegan un papel importante la familia, los profesores y los compañeros, quienes, si son conocedores de un caso de acoso escolar, están obligados a denunciarlo ante el responsable escolar o a quien proceda en ese momento. Callarse u ocultar situaciones de bullying supone convertirse en cómplice de un hecho que puede tener graves consecuencias a medio y largo plazo.
El deporte como herramienta contra el bullying
La práctica deportiva tiene una serie de beneficios tanto físicos como emocionales que ayudan a crear bienestar y desarrollar unas condiciones óptimas para afrontar las consecuencias del acoso escolar:
- Liberación. El ejercicio activa y segrega hormonas, aportando equilibrio y salud cuando se liberan. Estas también afectan al plano emocional y psicológico, permitiendo soltar la frustración, la rabia, la ira, la tristeza, los miedos o la desconfianza en uno mismo.
- Bienestar. Se dice que el deporte contribuye a la calma mental y la paz, por lo que fomenta la positividad y el sentirse a gusto con uno mismo.
- Oxigenación. El oxígeno es vital para el buen funcionamiento del cerebro, además de las células de nuestro cuerpo, ya que mantiene el equilibrio de la presión arterial y regula todos los sistemas.
- Autoestima. La seguridad y la confianza emergen con la práctica diaria de ejercicio, por lo que el deporte es un buen aliciente a la hora de reforzar la autoestima y el autoconcepto.