El deporte moderado en niños y niñas posee un efecto muy beneficioso para el organismo. ¿Sus principales ventajas? Permite mejorar la forma y resistencia física, incrementa la densidad de los huesos, ayuda a mantener el peso en valores saludables y aumenta el tono y la fuerza muscular, así como la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
Sin embargo, un exceso en la práctica de actividades físicas en edades infantiles puede resultar contraproducente por el riesgo de lesiones a las que se pueden ver expuestos los menores, sobre todo si los ejercicios no son realizados de la manera correcta o no se toman todas las precauciones posibles. Esto tiene especial importancia en deportes de contacto, como el fútbol o el baloncesto, actividades presentes en la Copa COVAP.
A continuación ofrecemos una serie de consejos y recomendaciones para que tus hijos o hijas puedan disfrutar de una actividad física deportiva completa y saludable con el mínimo de riesgos posibles.
- El calentamiento antes de iniciar la actividad deportiva es fundamental para prevenir lesiones. Con una serie de ejercicios prácticos, sencillos y suaves, el cuerpo irá adecuándose para el esfuerzo que deberá realizar posteriormente y, de esa manera, reducir las posibilidades de que aparezcan esguinces o torceduras en músculos o articulaciones por no estar preparados de manera correcta.
- Normalmente, los deportistas que practican deportes de contacto como fútbol o baloncesto están más expuestos a golpes, ya sea con otros compañeros o con elementos de los terrenos de juego (porterías, canastas o balones, entre otros). Si, además, el atleta posee alguna deficiencia visual en la que se vea obligado a utilizar equipamientos ópticos para compensar esa falta de visión, como gafas, el riesgo puede ser mayor. En este sentido, es recomendable que, a la hora de practicar alguno de estos deportes, se utilicen gafas especialmente diseñadas para este tipo de actividades, con una sujeción para que queden fijas en la cara, y materiales blandos que no dañen la zona ocular. Otra opción son las lentes de contacto que, gracias a los últimos avances, su edad media de utilización cada vez es menor, siendo aptas para usar en niños y niñas lo suficientemente responsables como para tratarlas con higiene. Entre otros beneficios, este producto permite una libertad total de movimientos y, en caso de algún golpe en el rostro, no tendrá las mismas consecuencias que al portar gafas, situación en la que se podría ocasionar una rotura de cristales.
- ¡Juega con deportividad! Para un correcto desarrollo del juego, los niños y niñas deben conocer perfectamente las reglas de la competición. Además, los entrenadores deben inculcarles una actitud respetuosa con los demás compañeros, los contrincantes y la figura arbitral y que, aunque jueguen de manera intensa, siempre deben hacerlo dentro de los límites de las reglas y sin ánimo de protagonizar alguna acción que pueda causar daño.
- En caso de notar alguna molestia es fundamental que el jugador lo comunique al árbitro o a su entrenador y no fuerce su participación en la competición. Una detección a tiempo del problema físico puede ayudar a prevenir posibles lesiones que, en caso de no ser identificadas y tratadas por el equipo sanitario, podrían dar lugar a complicaciones más graves que dificulte el desarrollo normal del menor.