La obesidad infantil es uno de los grandes problemas a los que debe hacer frente la salud en este siglo. El sedentarismo y una mala alimentación son las principales causas de una realidad que cada vez afecta a más niños en todo el mundo y que podría mejorar considerablemente con una práctica tan sencilla como es la realización diaria de 60 minutos de ejercicio.
Actualmente el 27% de la población infantil en España sufre sobrepeso, una cifra que hay que rebajar necesariamente si queremos una sociedad con adultos sanos. Según asegura un grupo de investigadores de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en su estudio Actividad física imprescindible en la promoción de la salud, la práctica deportiva diaria durante una hora entre los niños repercute beneficiosamente en la salud y mejora, además, sus resultados académicos, ya que potencia la concentración y la memoria.
El primer paso para intentar hacer del deporte un acto cotidiano en nuestra vida pasa por identificar las rutinas que los más pequeños siguen a diario, tratando de potenciar todas aquellas que impliquen ocio activo y actividades recreativas, como son salir al parque, jugar al aire libre, patinar o montar en bicicleta y limitando el tiempo que pasan ante la televisión o con videojuegos. Actualmente, aproximadamente el 50 por ciento de los niños y adolescentes en este país sí cumplen con los 60 minutos diarios de ejercicio entre las clases de Educación Física en el colegio o instituto, las actividades extraescolares o los juegos al aire libre, aunque ese porcentaje que se reduce a la mitad en el caso de las chicas.
Junto al ejercicio diario, el otro pilar fundamental para combatir la obesidad es una alimentación equilibrada que incluya lácteos, proteínas, verduras, hidratos de carbono, legumbres, cereales y frutas y que limite el consumo de grasas, azúcares y bollería industrial.