Sabíamos que una alimentación sana y la realización diaria de cualquier tipo de actividad física son los dos pilares para uncrecimiento infantil saludable. Lo que nos sorprende conocer ahora es la relación directa entre practicar deporte regularmente y seguir una dieta equilibrada.
Según un reciente estudio publicado por un grupo de investigadores de la Universidad de Melbourne, las personas que integran de forma habitual en su día a día cualquier tipo de ejercicio físico siguen una dieta mucho más sana y basada en la combinación adecuada de los diferentes grupos alimenticios.
El estudio se realizó a partir de unas dobles encuestas en un grupo variado de jóvenes que medían, por un lado, la actividad física realizada al día (correr, jugar al aire libre, montar en bicicleta e incluso caminar de casa al colegio) y, por otro, la dieta que seguían. Los resultados mostraban cómo aquellos que reducían al máximo su ejercicio diario eran los mismos que, por otro lado, consumían más calorías en sus comidas en forma de fritos, golosinas y bollería.
El deporte y la actividad física requieren de proteínas, hidratos de carbono, lácteos y vitaminas, sustancias que nuestro organismo nos pide aun sin ser demasiado conscientes de ello, por lo que la persona que se mueve en su día a día intentará integrar carnes, pescados, frutas y verduras para conseguir el aporte energético que necesita. Por el contrario, las personas sedentarias que no requieren de tales aportes, encontrarán en el placer en otro tipo de comida carente de nutrientes y menos sana para nuestro organismo.
Seamos conscientes de ello o no, la necesidad de combinar una alimentación saludable con una actividad física regular sonimprescindibles en todas las etapas de la vida, aunque especialmente en la infancia y en la adolescencia, cuando los hábitos que adquiramos marcarán cómo va a ser su crecimiento y determinarán el adulto en el que se van a convertir.