Cada día cientos de personas en todo el mundo se unen al running, uno de los deportes más completos que podemos realizar para mantenernos en forma. Pero, ¿es aconsejable que los niños también lo practiquen? ¿cómo puede influir en su crecimiento?
En el libro Cambia tu vida, ponte a correr (Ediciones Oniro), la doctora Eva Ferrer Vidal-Barraquer analiza el fenómeno del running y de la influencia que puede llegar a tener en los más pequeños. Así, asegura que la clave para iniciar a los niños en este deporte está en mostrarlo, ante todo, como un juego, como una actividad divertida complementaria a su tiempo de ocio, y no como una obligación. Para eso, es aconsejable buscar rutas al aire libre (un parque, el campo o la playa) e intercalar los momentos de carrera con algún juego que rompa con la posible monotonía.
Otro de los aspectos esenciales al iniciar a los pequeños en el running está en hacerlo de forma progresiva y teniendo siempre en cuenta la condición física de cada uno. Sabemos que los niños son auténticas bombas de energía, pero demasiada intensidad sin una preparación previa puede llevar al aburrimiento o incluso producir una lesión. Para ello, es imprescindible contar con una adecuada preparación previa y un buen par de zapatillas.
Pero correr con niños no siempre es igual y, dependiendo de su edad, tendrán unas u otras necesidades:
Menos de 5 años
No se recomienda correr a unas edades tan tempranas, ya que el cuerpo carece de la madurez suficiente para adoptar la postura necesaria y es más fácil sufrir lesiones.
De 5 a 8 años
El running debería formar parte de sus juegos (el pilla-pilla, el balón prisionero…) e ir aumentando poco a poco las distancias. Es imprescindible que lo sientan como parte de su actividad lúdica.
De 8 a 12 años
Es, posiblemente, la época en la que cuentan con más energía, así que será necesario canalizar toda esa fuerza enseñándoles la técnica más adecuada y dándoles consejos para que aprovechen al máximo su potencia.
A partir de los 12 años
Si realmente les gusta correr, es el momento de afrontar retos y mejorar su técnica cumpliendo objetivos paulatinamente. Un niño que con 12 años disfrute corriendo será posiblemente un adulto sano y enganchado al deporte.
Como siempre, será el propio niño el que nos demuestre su interés por el running y, si notamos que su implicación con este deporte es muy fuerte, lo más aconsejable será que entre a formar parte de una escuela de atletismo, donde no sólo mejorará su técnica y podrá probar nuevas y diferentes modalidades, sino que también podrá competir y compartir sus inquietudes con otros niños de su edad.