Nos encontramos a escasos días de la llegada del verano. Las alergias tienen las horas contadas, pero la época estival también tiene inconvenientes, como el excesivo calor que caracteriza a estos meses.
Ya se nota en las temperaturas, y es que el verano está a la vuelta de la esquina. Si en invierno nos quejábamos del frío a la hora de hacer deporte, en verano el problema es que a ciertas horas hace demasiado calor.
Los que más padecen los riesgos del sol son los niños y los afectados por enfermedades cardiorrespiratorias, pero tampoco hay que alarmarse. Es suficiente con tomar algunas precauciones al hacer ejercicio físico en la estación veraniega, pero no dejar de hacerlo con la excusa del calor.
Hidratarse con agua provista de sales minerales, antes y durante el ejercicio es esencial para evitar calambres. Sin embargo, no hay que beber más de un litro de agua por hora, ya que el exceso tampoco resulta positivo.
En cuanto a las horas propicias para hacer deporte, lo mejor es evitar el tramo horario entre las doce de la mañana y las seis de la tarde. Por la mañana temprano y al atardecer, el calor no será tan sofocante y las actividades deportivas resultarán más agradables y seguras.
La vestimenta también es importante. Ropa clara, ligera y de algodón, facilitará la transpiración, mientras que las prendas acrílicas la dificultan y retienen más el calor. La alimentación debe ser ligera y fresca, a ser posible, los pequeños deben tomar alimentos vegetales crudos como ensalada, fruta y verdura. Además, se debe descansar, evitar el sobreesfuerzo y los entrenamientos muy intensos, si la temperatura corporal es muy elevada.
También es recomendable aclimatarse al calor con unos minutos de paseo suave antes de realizar ejercicio físico con mayor intensidad. Tomando estas precauciones con los niños evitarás golpes de calor, agotamientos, desvanecimientos, o cualquier otro problema derivado de hacer deporte en verano.