Los niños comienzan cada vez antes a usar ordenadores, smartphones y tablets con acceso a Internet, por lo que educar en un buen uso de la red se ha convertido en algo necesario durante la infancia.
Para empezar, establece con ellos un horario de utilización de estos dispositivos y coloca el ordenador en una zona común, para evitar que pasen el día frente a la pantalla. Los días que tengan menos tareas pendientes podrán pasar más tiempo en la red, pero sin que eso afecte a su socialización.
También es conveniente enseñarles unas reglas básicas: no dar sus datos personales, no enviar fotos a nadie ni comentar sus contraseñas con amigos, es algo que solo podrán compartir con sus padres o con el consentimiento de los mismos. Si no estáis seguros de poder vigilar lo que hacen en el ordenador o la tablet en todo momento, te recomendamos instalar algún sistema de control parental, que no les permita acceder a contenidos inapropiados en la web. En especial hasta los doce años aproximadamente, cuando son más inocentes y es habitual que infrinjan las normas establecidas por sus padres.
Además, es fundamental que sean conscientes de que no deben abrir correos electrónicos o archivos enviados por desconocidos – que en ocasiones pueden ser virus- ni hablar con personas que no conocen, ya que en la red no pueden fiarse de que todo el mundo sea quien dice ser. Otro aspecto a tener en cuenta es que no solo tenemos que proteger a nuestros hijos, sino mostrarles que también hay que respetar a los demás y no herir los sentimientos de nadie al compartir información o imágenes en Internet.
Y por supuesto, lo fundamental es conseguir que los niños tengan la suficiente confianza con sus padres como para contarles sus actividades en la red, si les pasa algo extraño o que les haga sentir incómodos.