El deporte es, sobre todo, diversión para nuestros hijos. Y, a raíz de ahí, llegan otras consideraciones, también importantes, como salud, alimentación sana, competitividad, motivación, disciplina, compromiso, compañerismo y otra serie de valores educativos importantes que se inculcan con la práctica deportiva. Pero siempre bajo la premisa de la diversión.
El comportamiento exigente o abusivo de ciertos padres cuando sus hijos compiten, o con sus rivales, hay que erradicarlo de raíz. Hay niños que han sufrido tanta presión, especialmente por miedo a defraudar a sus padres, que han llegado a la depresión. U otros que han preferido que sus progenitores no vayan a verlos porque cuando están presentes, no disfrutan. Lo ideal es que los niños, cuando sean adultos, hagan esta reflexión: “A los 6 años el deporte era un juego, a los 13 una diversión y a los 18 una pasión”.
Es por ello que desde la Copa COVAP te ofrecemos los siguientes consejos para evitar presionar a nuestros hijos:
1. Ayuda para que tus hijos se diviertan. Los niños deben pasarlo bien y no tener que demostrar nada a nadie. El deporte debe ser estimulante y gratificante, no una carga para el chaval.
2. No presiones para obtener resultados. Muchos de los críos que abandonan la práctica deportiva lo hacen por el exceso de presión. No hables en exceso con él de la actividad deportiva ni le exijas resultados.
3. Ayuda a tus hijos a cumplir su sueño deportivo, no el tuyo. No te enfades con él cuando los resultados no son los que tú esperas.
4. Incúlcale valores como el compañerismo, la integridad, la honestidad, la dedicación o el compromiso. Comprende sus limitaciones y valora su sacrificio y esfuerzo.
5. Los niños no son adultos y no tienen que rendir como tales. No critiques sus errores.
6. No abuses de las instrucciones a los niños. Para ello está su entrenador, que debe estar preparado para ello. El exceso de órdenes bloquea al chaval.
7. No midas el rendimiento de tu hijo por los resultados. Más vale un hijo feliz que una medalla. El hijo debe sentir el apoyo de los padres, sobre todo, en los peores momentos.
8. Sé un ejemplo para tu hijo. Ellos admiran a los padres y quieren ser como ellos. Ese comportamiento debe ser especialmente exquisito durante la competición.
9. Los estudios son tan importantes como el deporte. Ni debe descuidarlos ni tampoco se le debe castigar con abandonar la práctica deportiva. El secreto está en el equilibrio y en una buena planificación.
10. No utilices frases como “estoy seguro de que lo vas a hacer muy bien” (añaden presión); “tienes que esforzarte más” (menosprecian el rendimiento); o “¡con el esfuerzo que hago para que vengas!” (que pone en duda el apoyo futuro).