El fin de las vacaciones suele estar asociado a la vuelta a la rutina y a retomar aquellos hábitos que hemos dejado algo apartado en los meses de verano, sobre todo en el caso de los más pequeños.
Para afrontar el nuevo curso adecuadamente y lograr ese tan deseado equilibrio, te ofrecemos un decálogo de consejos que ayudarán a niños y niñas a mantenerse sanos y activos en los próximos meses:
1) Un desayuno completo es esencial para empezar el día con energía. Para ello, debe incluir fruta, hidratos de carbono como pan integral o similares integrales y proteínas como la leche.
2) El descanso es fundamental para el desarrollo físico y mental en la infancia. Procura diseñar una rutina de sueño regular durante toda la semana y de, al menos, 8 horas.
3) El deporte tiene multitud de ventajas: mejora el estado físico y la concentración y ayuda a socializar. ¡Anima a tus hijos a que practiquen su deporte favorito!
4) Incúlcales la importancia de una adecuada hidratación. Haz que beban agua periódicamente y se lleven su propia botella a la escuela y a las actividades extraescolares.
5) Haz un planning de dieta variada y equilibrada incluyendo vegetales, frutas, carnes, legumbres… Y limita los refrescos y los productos ultraprocesados.
6) La higiene personal es un factor muy importante. Muéstrales los beneficios de lavarse las manos al llegar a casa y antes y después de comer, del limpiado de dientes, de un baño o ducha diaria… con el objetivo de prevenir enfermedades.
7) Tras las clases, potencia las actividades al aire libre para reducir el estrés y mejorar su ánimo.
8) De igual manera, limita el tiempo de uso de videojuegos, tablet, móvil… y fomenta actividades que no precisen de dispositivos tecnológicos, como el deporte, las manualidades o la lectura.
9) La organización es clave. Crea un plan semanal con tiempo de estudios, de ocio, comidas, sueño… para potenciar el rendimiento académico y la disciplina, reducir el estrés y lograr ese equilibrio vida familiar – estudios.
10) Por último, pero no menos importante, la comunicación habitual entre los miembros de la familia y realizar actividades en conjunto ayudan a estrechar lazos y conseguir que reine el buen ambiente en el hogar.