Cuando las temperaturas aumentan se incrementa la necesidad de mantenerse hidratado y reponer electrolitos que se pierden por el sudor para contrarrestar los efectos de este calor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo diario de, al menos, 5 raciones entre frutas y hortalizas. Este enfoque está alineado con la idea de la Copa COVAP y la Asociación 5 al Día de aumentar el consumo de estos alimentos cuando llega el buen tiempo, ya que ofrecen beneficios clave para el organismo durante las épocas en las que el calor es protagonista.

¡Os dejamos algunas de las razones más importantes para intensificar el consumo de frutas!

 

Hidratación

Todas las frutas en general tienen un alto contenido en agua, pero en el verano y primavera, las sandías, fresas, melones, y las frutas de hueso, son, junto con el agua, las grandes aliadas para mantenernos hidratados. Consumirlas regularmente ayuda a prevenir la deshidratación y a mantener un equilibrio adecuado de líquido corporal. Una dieta rica en frutas y hortalizas puede aportar entre 700-1.000 ml de agua.

Ricas en antioxidantes

Las frutas en general y las de primavera y el verano en particular son ricas en sustancias antioxidantes naturales como la vitamina C y en compuestos fitoquímicos como los polifenoles. La única fuente natural de la vitamina C, uno de los antioxidantes por excelencia, son las frutas y hortalizas, entre ellas fresas, frambuesas, mangos o melocotones. Esta vitamina ayuda a proteger las células contra el daño causados por los radicales libres, que pueden aumentar debido a la exposición al sol.

Versatilidad en preparaciones culinarias

Este tipo de frutas son muy versátiles y pueden ser utilizadas de muchas maneras creativas en la cocina, aunque la mejor manera de hacerlo es siempre comiéndolas frescas y sin procesar o licuar, en rodajas, trozos, dados, etc., pero también en ensaladas o batidos y smoothies, postres más elaborados, salsas y aderezos, etc. Esta versatilidad permite experimentar con sabores y texturas y agregar un toque especial a las comidas y bebidas en estas épocas de calor.

Promueve la variedad en la dieta

Consumiendo diferentes frutas regularmente obtenemos una gran gama de nutrientes y sustancias bioactivas, lo que contribuye a una dieta más saludable. Además, experimentar con diferentes tipos nos brinda la oportunidad de disfrutar de sabores nuevos y emocionantes, lo que puede hacer que la alimentación sea más interesante y placentera.