Durante nuestra vida diaria realizamos determinadas acciones que, sin ser plenamente conscientes de ello, son beneficiosas para nuestro organismo.  Normalmente se trata de actividades que forman parte de los hábitos saludables, como caminar, subir y bajar escaleras o incluso cargar y descargar la compra. Bien es cierto que carecen de intensidad, pero nos ayudan a mantenernos en forma siempre y cuando los practiquemos con cierta regularidad.

Estos ejercicios nunca estarán al nivel de una práctica más moderada o de alto impacto, pero la ventaja es que se encuentran al alcance de cualquier persona, es decir, son aptos para todos los públicos, en función de las capacidades de cada uno. De esta forma, solo basta con identificar una de estas acciones, por ejemplo, caminar, y dedicarle más tiempo de lo normal o incrementar paulatinamente la intensidad.

Desde la Copa COVAP hemos elaborado una pequeña lista en la que incluimos actividades de la vida diaria que todo el mundo ha realizado en más de una ocasión y sobre las que te animamos a prestar más atención en tu día a día.

Sentarse y levantarse de una silla

Este gesto lo hacemos todos los días. Forma parte de nuestra rutina cuando vamos a comer o recoger la mesa, por ejemplo. Si tomamos como base esto, podemos practicar un ejercicio consistente en establecer un tiempo determinado y sentarnos y levantarnos varias veces sin apoyar los brazos y con la espalda recta, ‘imitando’ el movimiento que se realiza en las sentadillas.  Una prueba de fuerza y potencia de la parte inferior del cuerpo con la que mejorarás tu rendimiento para caminar, subir escaleras y levantarte con mayor seguridad.

Subir y bajar escaleras

Ya vivas en una casa o en un bloque de pisos, seguro que has tenido que subir y bajar más de una vez las escaleras, ya sea por necesidad o porque te has olvidado de algo y el ascensor no está disponible. Esta rutina fortalece las piernas y especialmente los cuádriceps, por lo que te proponemos repetirlo a lo largo del día, intercalando algunos segundos de descanso. Si te gustan los retos, prueba a aumentar la intensidad, la velocidad o, en vez de ir peldaño a peldaño, realizar zancadas.

Caminar o salir a correr son dos de las actividades más frecuentes para mantenerse en forma

Caminar

Cuando vamos al trabajo o a hacer algún recado estamos andando, pero también lo hacemos por nuestra vivienda para llevar a cabo las tareas del hogar u organizar cosas. Los más pequeños podrían ir caminando al colegio, en vez de utilizar el coche. Muchos seguramente salgan a pasear o a caminar con frecuencia, pero este ejercicio se debe convertir en una obligación y dedicar como mínimo una hora al día para caminar por el parque o una zona habilitada para ello.

Hacer la compra

El sistema cardiovascular nos agradecerá que ignoremos las comodidades en casa y nos animemos a ir a comprar al supermercado más cercano, lógicamente caminando. Además, un sencillo y práctico ejercicio pasa por distribuir el peso de las bolsas para poder llevarlas en cada mano. El corto trayecto desde el supermercado a casa merecerá la pena. Puedes incrementar la dificultad subiendo y bajando los brazos imitando el movimiento de los ejercicios de bíceps con mancuernas, pero con las bolsas o garrafas de agua. ¡Tonifica brazos y músculos!

Tender la ropa

Puede venir bien para hacer ejercicio y tonificar los músculos, ya que acostumbraremos a mantener un abdomen y glúteos apretados, además de hacer movimientos con los brazos que servirán para ejercitarlos. Asimismo, si se trata de una colada abundante, podrás llegar a quemar más de 100 calorías cada media hora, puesto que tendrás que coger la ropa del cesto, tenderla o recoger y doblar la que se ha secado. Mientras tendemos, trabajamos múltiples partes de nuestro cuerpo, tratándose de un ejercicio funcional bastante completo.

Además del deporte, los más pequeños pueden continuar con actividades saludables ayudando en las diversas tareas del hogar