Los meses de invierno están marcados por un menor número de horas de iluminación natural y la destacada bajada de temperaturas, a las que pueden sumarse fuertes rachas de viento, lluvias o, como hemos podido comprobar recientemente, posibilidad de nieve. Estas condiciones características de esta estación del año pueden hacer que la práctica de deporte al aire libre se vea reducida. Sin embargo, el cierre o restricciones de acceso a gimnasios e instalaciones deportivas debido a las limitaciones por la crisis pandémica sanitaria mundial del coronavirus hace actualmente que, si no deseas cesar en tus hábitos deportivos, tengas que utilizar la calle si no dispones el suficiente espacio en tu domicilio.
Si eres de las personas que aman el deporte y ni el frío puede pararte, ya debes saber que un entrenamiento con estas bajas temperaturas también posee múltiples beneficios: genera una mayor presión arterial y aumenta la capacidad cardiovascular, refuerza el sistema inmunológico, reduce el estrés, tienes un menor riesgo de deshidratación… Eso sí, para poder beneficiarte de ello debes tener en cuenta una serie de aspectos para proteger tu organismo de los agentes externos como el frío, la lluvia, el viento, la nieve… y ayudar a reducir posibles riesgos de lesiones. A continuación te ofrecemos una serie de consejos para que las inclemencias del invierno no suponga una amenaza para tu salud. ¡No te lo pierdas!
- Un adecuado calentamiento previo es uno de los puntos clave. Aunque siempre es de obligado cumplimiento, cobra especial importancia en estas fechas. Con las bajas temperaturas, músculos y tendones tienen a contraerse y se aumenta la posibilidad de que haya mayor riesgo de lesión si no los hemos ‘puesto a punto’ antes de comenzar la actividad física.
- Utiliza mejor las horas centrales del día. A diferencia de verano o en meses de mayor calor, en invierno es preferible realizar ejercicio físico al aire libre en horas donde el Sol esté en el punto más alto (de 12:00 a 16:00, aproximadamente), para así aprovechar el momento en el que la temperatura es más alta.
- Pon en práctica la teoría ‘de las tres capas’. Utiliza una camiseta interior, otra por encima y otra exterior. De esta manera tendrás el cuerpo seco, ya que el sudor no entrará en contacto con la humedad exterior, te asegurarás de mantener tu temperatura corporal y te aislarás adecuadamente del frío y el viento.
- Elige la indumentaria adecuada. Además de la ropa, preferiblemente térmica, presta atención a aquellos accesorios que te ayudarán a soportar las bajas temperaturas durante el entreno. Gafas protectoras, guantes, cortavientos, bragas para el cuello y gorros harán que la cabeza y las manos estén siempre protegidos del frío y la humedad.
- Si lo ves necesario, utiliza de manera preventiva cremas musculares para ayudar a disminuir posibles lesiones durante la práctica deportiva.
- Presta atención a la meteorología antes de salir a la calle, ya que la lluvia y las bajas temperaturas extremas pueden hacerte más vulnerable. Si te empapas, es posible que no puedas mantener tu temperatura corporal y dar lugar a problemas en el organismo, como la aparición de resfriados o, de manera más grave, hipotermia.
- Hidrátate de manera adecuada. La ingesta de agua o bebidas no azucaradas son claves tanto en invierno como en verano. No olvides beber antes y después del entreno, incluso cuando no tengas sed.
Esta serie de consejos te ayudarán a realizar ejercicio de forma segura con climatología adversa y bajas temperaturas. No olvides prestar atención a tu cuerpo y cómo se siente para evitar situaciones perjudiciales relacionadas con las lesiones.