En ocasiones, la falta de información sobre cuestiones alimenticias provoca que exista un cúmulo de errores y mitos relacionados con determinados productos que puede derivar incluso en cambios en los hábitos de consumo de muchas personas de manera injustificada.
En este sentido, no son pocos los alimentos ‘etiquetados’ con falsas características por la propagación de esos mitos que no son todo lo certeros que prometen ser. Seguro que has escuchado frases como que “el pan engorda”, “no se debe comer fruta en la cena” o que “el azúcar moreno es mucho más saludable que el blanco”, entre otras. Sin embargo, este tipo de creencias no están avaladas por la ciencia, pese a lo extendido que se encuentra entre la sociedad.
¿Hay que evitar todas las grasas en la dieta?
Se trata de una equivocación eliminar todos los productos con grasas de la dieta. En pequeñas dosis, estas aportan energía y ayudan a regular la temperatura corporal. Además, debemos distinguir entre grasas insaturadas (comúnmente denominada ‘buenas’, presentes en aceites de oliva, aguacate, nueces, pescados azules, determinados frutos secos…), saturadas (carnes y aceite de palma o coco, por ejemplo) y trans (las más perjudiciales y las que debemos reducir, presentes en bollería industrial, ultraprocesados, helados…).
¿El pan engorda?
Se cree que al ingerir carbohidratos como el pan o la pasta, el organismo lo transforma en azúcar y se almacenan en forma de grasa en el abdomen, pero en realidad no es así. El problema es la cantidad que se consume de ello diariamente en relación al ejercicio físico realizado durante el día. En este sentido, se recomienda comer pan, pasta, arroz o patatas en porciones moderadas y optar por sus variantes integrales, que tardan más en digerirse haciendo que la sensación de saciedad sea mayor.
¿Es perjudicial comer huevos?
El colesterol de la dieta influye muy poco en el de la sangre, por lo que si no incluimos demasiadas grasas saturadas y trans, consumir huevo de forma moderada no afecta negativamente a los niveles de colesterol ni aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
¿Engorda comer fruta de noche?
Incorporar frutas en la dieta es saludable, sin importar en qué franja horaria se consuma. Eso sí, es preferible hacerlo no justo antes de dormir, sino esperar una hora y media o dos horas para favorecer la digestión. Además, se recomienda optar por comerla en vez de beberla en zumos, ya que en esta última opción se ingiere mucho más fructosa que la que se tomaría en caso de comerse la pieza de fruta entera, y daría lugar a picos de glucemia que provocan un mayor apetito.
¿Ayudan los productos ‘light’ a adelgazar?
Los alimentos bajos en grasa siguen teniendo calorías, aunque menos que sus versiones ‘normales’. Sin embargo, no quiere decir que podamos ingerirlos sin tener en cuenta la cantidad. Además, muchos de estos productos contienen edulcorantes que pueden ser perjudiciales para la salud si se toman de manera desmesurada. En este sentido, es indispensable cuidar las porciones de los alimentos sin importar su versión.
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