La práctica de actividad física diaria forma parte de un estilo de vida saludable y es beneficiosa para los órganos y tejidos de nuestro cuerpo. El deporte y la salud bucodental tienen una relación muy estrecha, ya que realizar ejercicio podría ayudar a prevenir problemas frecuentes como la aparición de caries o las enfermedades de las encías, que influyen en el rendimiento deportivo. Tal y como afirma Paola Beltri, la presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) en nuestro país el 31% de los niños menores de 6 años tiene caries.
Según diversos estudios científicos internacionales, los niños que practican algún tipo de actividad física tienen menos riesgo de presentar factores inflamatorios que propician la aparición de enfermedades como la periodontitis (infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes). Algunas lesiones articulares y musculares son consecuencia de infecciones en la boca, por lo que es fundamental cuidar esta parte del cuerpo en los más pequeños para evitarlas.
Desde la Copa COVAP ofrecemos una serie de recomendaciones para favorecer un buen cuidado bucodental a través del deporte y de unos hábitos de alimentación saludables:
- Beber agua antes, durante y tras la realización de la práctica deportiva es esencial para disminuir el desgaste físico que conlleva el ejercicio. La deshidratación no solamente favorece la aparición de caries, sino que también podría ocasionar calambres, mareos y provoca un mayor riesgo de lesiones. En este sentido, el agua ayuda a reponer las sales minerales y los líquidos que se han perdido durante el entrenamiento deportivo, y además influye en la efectividad de la actividad. Eso sí, lo más recomendable es beber pequeños sorbos de agua, ya que al beber una gran cantidad de golpe se puede producir flato y derivar en molestias en el estómago.
- Es fundamental moderar el consumo de azúcares. Las bebidas de este tipo, como las energéticas o carbonatadas, son perjudiciales si se consumen de manera habitual ya que fomentan la aparición de caries y, además, afectan al esmalte de los dientes. Para evitar que a los niños les aparezcan manchas es necesario un uso responsable y moderado de este tipo de bebidas y eliminar o reducir progresivamente su consumo.
- Ingerir alimentos ricos en fibra, como el caso de las manzanas, protege los dientes, mejora la circulación de la sangre en las encías y regula el pH de la boca reduciendo la formación de placa bacteriana.
- Las frutas que contienen vitamina C, como los cítricos o las fresas, suponen un aporte adecuado de vitaminas y minerales. Aunque hay que tener en cuenta que lo ideal sería que el niño esperara entre 15 o 30 minutos antes de cepillarse los dientes tras la ingesta de estos alimentos ácidos para permitir que la salive realice su efecto de amortiguación del pH bucal.
- Los alimentos ricos en grasas, como los aguacates o las almendras, son muy recomendables ya que ayudan a mantener una buena salud de la superficie del esmalte de los dientes. No obstante, no hay que abusar de este tipo de alimentos, ya que aumentan el valor calórico de la dieta y contribuyen a un aumento de peso.
Por último, desde la Copa COVAP queremos hacer hincapié en la importancia que tiene unir deporte, buenos hábitos alimentarios y una higiene bucodental adecuada. Los jóvenes deben cepillarse los dientes al menos tres veces al día, después de cada comida, con el objetivo de disminuir la aparición de caries y evitar los problemas de las encías.