Este cordobés es considerado el más técnico andaluz más grande de todos los tiempos. Se formo en Educación Física y se convirtió en militar de profesión, aterrizó en los banquillos por casualidad.
En 1952 fue contratado por el Real Madrid como miembro del cuerpo técnico, comandado por aquel entonces por Enrique Fernández, que dimitió en el puesto.
Así llegó a ser el entrenador del que fue el mejor club del siglo XX. En 1954 cogió las riendas del conjunto merengue, al que llevó a ganar dos Ligas, una Copa Latina y una Copa de Europa (fue la primera lograda por el Real Madrid, que ahora tiene 12).
Tras dos años y medio en el puesto, no fue renovado por discrepancias con el presidente blanco Santiago Bernabéu. Se centró de nuevo en la formación y amplió más aún sus conocimientos en fútbol.
Así, en 1959 se incorporó al Atlético de Madrid como secretario técnico. De nuevo, la dimisión del entrenador del primer equipo, en aquel momento, Ferdinand Daucik, lo puso en los banquillos, donde volvió a repetir proeza. Logró el primer título europeo del equipo colchonero, alzándose con la Recopa de Europa. Además, también levantó dos Copas del Generalísimo.
Su buen hacer en el Real Madrid y el Atlético de Madrid le valió para alcanzar el banquillo de la Selección Española en 1962, donde alcanzó el zenit de su carrera profesional, alzándose con la Eurocopa en 1964, la primera del equipo nacional español.
Fue seleccionador de España hasta la finalización del Mundial de Inglaterra 1966, donde clasificó a España para el mismo, pero no logró pasar de la primera fase. En total, lideró desde su área técnica a España en 22 partidos, de los que salió vencedor en 9, empató 5 y perdió 8.
Tras España, no volvió a entrenar, optando por la faceta de la enseñanza. Murió en Madrid el 7 de agosto de 1973 a los 53 años a causa de un infarto de miocardio.