El pasado 17 de mayo se celebraba el Día Mundial del Reciclaje. Con motivo de este día aprovechamos para recordar un aspecto que debe formar parte del aprendizaje infantil: la concienciación sobre la importancia de cuidar el entorno que nos rodea.
Para fomentar el espíritu ecológico de los pequeños, apóyate en la regla de las tres “R”. La primera hace referencia a “Reducir”: el gasto de papel, usando papel reciclado o aprovechando ambas caras de los folios; el consumo de agua, apagando los grifos cuando nos enjabonamos en la ducha; y el tiempo que la televisión y el ordenador pasan encendidos. La segunda “R” corresponde a “Reutilizar”: ¡enséñales a dar una segunda vida a las cosas! Los briks de leche vacíos pueden convertirse en un juguete, ¿qué tal si fabricáis robots con ellos? Y por último, “R” de “Reciclar”: inventa juegos para mostrarles qué residuos corresponden a cada contenedor, los colores les ayudarán a memorizarlo.
El hogar es el lugar ideal para enseñar a los niños el valor de cuidar el medio ambiente. Da ejemplo en el reciclaje y ahorro de agua y energía, sustituye los baños por duchas y explícale los beneficios de estas acciones ecológicas.
Por otra parte, es muy importante fomentar el respeto por la naturaleza. No deben dañar plantas, árboles ni flores, ni tampoco matar pequeños insectos como las arañas –si se cuelan en casa, las echamos fuera y listo-. A la hora de hacer la compra, también se pueden obtener diversos aprendizajes: llevad bolsas de casa en lugar de pedir una de plástico en el supermercado, escoged los productos con menos embalaje y los alimentos con menos aditivos.
El daño de la contaminación en el medio ambiente es otro aspecto que deben comprender. Siempre que puedas evita el coche y opta por la bicicleta o el transporte público, el ejemplo de los padres es clave para conseguir que adquieran hábitos respetuosos con el entorno que les rodea.