La noche de Halloween es uno de los momentos más esperados por los niños durante todo el año. Aunque esta fiesta es originaria de países anglosajones, cada vez está más arraigada en otros lugares del mundo como España.
A los pequeños les encanta decorar la casa para la noche más terrorífica del año. No pueden faltar las típicas calabazas, cuyo interior podéis aprovechar para preparar una rica cena muy acorde a esta noche tan especial. Los murciélagos y las telarañas son otro recurso decorativo perfecto para Halloween. Eso sí, los niños tienen que saber que al día siguiente serán los encargados de recoger todo.
Y por supuesto, no podemos olvidar el disfraz y el “truco o trato”. Si los niños son demasiado pequeños para ir solos por la calle pidiendo caramelos, puedes acompañarlos a casa de familiares y amigos, ¡seguro que se mostrarán encantados de dar unos dulces a tu pequeño brujo!
¿No habéis tenido tiempo de preparar el disfraz? ¡No te preocupes! Os damos algunas ideas para fabricar vuestro propio traje casero para Halloween:
Una momia egipcia es una de las propuestas más fáciles de realizar. Utiliza un rollo de papel higiénico o un paquete de gasas y añade algunas manchas rojas con rotulador o pintalabios para simular sangre.
Para un disfraz de fantasma, busca una sábana vieja de color blanco, recorta dos agujeros para los ojos, ¡y listo! No podrán atravesar paredes, pero seguro que consiguen un montón de chuches.
Si prefieren ir de esqueleto, solo tenéis que buscar una camiseta y un pantalón negros o de color oscuro, y pegar encima unos huesos que vosotros mismos podéis dibujar o simplemente imprimir.
También podéis reutilizar algún disfraz de carnaval. Añade falsas manchas de sangre o píntale la cara de blanco con ceras blandas, y conseguirás un pirata zombie o un policía fantasma.
¿Preparados para una noche muy divertida?