El fútbol y el baloncesto siempre suelen ser las primeras opciones que padres y profesores plantean para la práctica deportiva de los más pequeños, aunque no por eso son las únicas. Las artes marciales pueden ser una alternativa de lo más saludable, capaces de entrenar al mismo nivel cuerpo y mente de niños de todas las edades.
El judo, el kárate, el kung fu, el taekwondo o el jiu jitsu son las artes marciales originarias de Oriente cuyo aprendizaje está más desarrollado en España. Aunque cada disciplina tiene un concepto diferente y unas reglas muy específicas, todas las artes marciales comparten unos pilares básicos: la defensa personal, la autodisciplina, el respeto y la autoconfianza.
La práctica de cualquier modalidad de artes marciales requiere agilidad, equilibrio y flexibilidad, algo que se consigue con un programa de entrenamiento muy completo que no se olvida de la importancia de trabajar también el interior de los pequeños. Así, desde muy pronto, los niños mejoran facetas relacionadas con la disciplina, la obediencia al maestro, elrespeto a los demás o la concentración tanto física como intelectual, lo que repercutirá esencialmente en su vida familiar y académica.
Otro de los factores más positivos de las artes marciales en los niños es que les ayuda a creer más en sí mismos y en sus posibilidades. Los más pequeños toman conciencia de su cuerpo y de todos los retos que pueden ir alcanzando, lo que mejora notablemente su autoestima en todos los sectores de su vida. Asimismo, el trabajo de la defensa personal permitirá que actúen con una mayor seguridad en todos los aspectos de su vida.
Al igual, tampoco hay recompensa sin trabajo, y desde muy temprano asumen la necesidad de esforzarse y seguir aprendiendo para crecer y mejorar. Cada nueva llave que aprendan, cada técnica que sumen, les hará ser un poco más grandes. En este sentido, el niño puede desarrollarse en artes marciales tanto entrenando como compitiendo; dos formas igualmente válidas de sacar el máximo rendimiento a su práctica.
En España cada vez existen más centros especializados en la educación en artes marciales de los más pequeños y su práctica va en aumento.