Comer fruta puede ser divertido para los más pequeños. Con ganas, imaginación y, muy poca inversión de tiempo, dejaremos de perseguirles por casa con una pera en la mano para intentar que ingieran vitaminas y nutrientes con los que ‘se pondrán sanos y fuertes y crecerán más’.
Os dejamos en esta entrada un puñado de ideas para que a los pequeños les apetezca comerse una manzana o una pera de la misma manera que desean un helado o una chuchería en cualquier momento:
- Piruletas de frutas. Solo tienes que cortar la fruta que desees emplear usando un molde para galletas. Este puede ser con forma de muñeco, de flor, o de cualquier otra figura divertida. Pínchalas en un palillo largo combinando los colores. ¿Cómo se van a resistir a una flor de melón o de sandía?
- Fondue de chocolate. Actualmente puedes encontrar en el mercado recipientes especiales para fondue pequeños y económicos. Ya veréis cómo les encanta la idea de sumergir una fresa o una cereza en chocolate fundido. (Claro que esto no podemos repetirlo todos los días ;))
- Manzana asada. Un clásico que no falla y que sigue gustando por su sabor dulzón. Ahueca las manzanas por la parte superior y saca el tallo y las pepitas. Añádeles un poco de azúcar y colócalas en una fuente para horno con un poco de agua. Estarán listas en 20 – 30 mins si las horneas a temperatura media. ¡Deliciosas y muy sanas!
- Forma caras y siluetas en el plato con la fruta. Pon en marcha tu imaginación y anima a tus chic@s para que colaboren en tus creaciones (¿quién sabe si igual acabáis descubriendo a un futuro Picasso?) Las piezas de fruta se convertirán así en un objeto de deseo.
Si con éstas ideas no les animáis a comer más fruta, siempre podéis recurrir a trocearla en dados pequeños y añadirla a ensaladas e, incluso, bocadillos o sándwiches (el jamón cocido, por ejemplo, casa a la perfección con la manzana.)
Y tú, ¿tienes alguna sugerencia ingeniosa que desees compartir?